El 6 de junio de 2025 se llevó a cabo de forma virtual el primer Encuentro Nacional de Red Justicia, a través del cual se generó un espacio de intercambio y reflexión colectiva sobre los logros y desafíos de la participación de la sociedad civil en el sector justicia penal a nivel local. En este evento participaron integrantes de Red Justicia de todos los capítulos locales. Además, contó con la participación de representantes de organizaciones de alcance nacional e internacional que enriquecieron las reflexiones desde otras perspectivas.
El encuentro inició con una conferencia magistral por parte de Mariclaire Acosta sobre el contexto de la sociedad civil en México partiendo de los conceptos de espacio cívico y gobernanza, y haciendo un análisis de la trayectoria de la sociedad civil en México desde la transición democrática hasta la actualidad. Esto sirvió de marco de referencia para detonar una reflexión colectiva sobre los desafíos y oportunidades para la participación de la sociedad civil en el tema de justicia penal a nivel local. La reflexión se realizó en dos momentos: primero, se trabajó en tres grupos facilitados por el equipo de justicia de México Evalúa; segundo, una persona representante de cada grupo expuso los principales puntos en plenaria.
Finalmente, se presentaron los avances y logros de cada red, enfocándose en los esfuerzos realizados en varios estados para mejorar el acceso a la justicia y abordar problemas como la violencia de género y el abuso sexual infantil. Las principales acciones y logros se relacionaron con la implementación de proyectos, la colaboración con autoridades y la elaboración de propuestas para mejorar el sistema de justicia. En este enlace se puede consultar el documento de sistematización del encuentro.
Una de las labores más importantes que realizan los medios es la de la propagación de información valiosa en relación con una víctima. Un ejemplo sería el caso de una desaparición, donde la rápida difusión puede ayudar a actuar de forma expedita e incluso aumentar las posibilidades de encontrar a la persona. Otra ventaja es la presión que los medios pueden ejercer en las autoridades, para que cumplan con su obligación y asistan de manera correcta a quien lo requiere. Además, la cobertura mediática puede ayudar a sensibilizar a la población, combatir la discriminación y los estigmas, y visibilizar a los grupos vulnerables.
Los medios también pueden tener un impacto negativo al reforzar ciertos prejuicios a partir del uso de un lenguaje discriminatorio, imágenes sensibles e inapropiadas o bien, con un uso poco cuidadoso de los datos personales. Si los límites y alcances de un reportaje, artículo, nota o entrevista no son claros, podría llegar a afectarse a las y los involucrados. La forma en la que se transmite la información puede llevar a que la sociedad interprete el suceso desde una perspectiva que perjudique a la víctima. Esto puede transformarse en una nueva forma de exclusión y violación de los derechos humanos de estos grupos. 
Reconocer a las personas imputadas y a las víctimas como titulares de derechos, y no solo como elementos del proceso, implica un cambio de paradigma que tiene profundas repercusiones en la organización y funcionamiento de las instituciones encargadas de la procuración y administración de justicia.